Fhitvael Do Urden

Saludos Agraviadores.

Antaño servi al Rey Fenix en su guardia personal como portaestandarte. Al siglo y medio de mi nacimiento las hordas de elfos oscuros atacaron mi aldea quemandola y arrasando donde pisaban. Por aquel entonces mi hermano y yo soñabamos con meternos en la orden de los leones blancos y para ello teniamos que capturar un cachorro.

Fue muy estraño por que mi hermano entro primero en su cueva y nunca mas llegó a salir y sin embargo al poco de entrar el salió por si solo un cachorro, me miro, vino hacia mi, y desde ese momento fuimos inseparables.

Espere muchisimo tiempo en la entrada de la cueva. Hasta que al final entendi que era inutil guardar esperanzas de que volviera. Lloré su perdida.

Al volver y encontrar la aldea arrasada habia un grupo de guardianes de Ellyrion realizando un informe, con lagrimas en los hojos...me llevaron ante los cuarteles de la orden del leon, es decir, unos bosques.

No os puedo hablar de mi entrenamiento con mi leon, no me está permitido, pero me alisto con los Agraviadores en estos tiempos oscuros para reemplazar el mal de esta era. Juré que no descansaría mientras hubiese elfos oscuros...